No me gusta el café pero el de sus ojos me quita el sueño, porque al
recordar esa mirada encantadora la cual me vio y me cautivo, al recordar ese
café que se adentraba en mis ojos y corría por mi cuerpo, ese café que me
produjo insomnio, no sé cómo lo logro jamás había tomado un café que tuviera
esos efectos, pero me basto solo el ver sus ojos para saber que nunca más iba a
poder olvidar aquella mañana donde por primera vez probé un café que quisiera
tomar para toda la vida, ese que me quita el sueño, ese que solo sus ojos
tienen.
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